Soy padre de dos niñas maravillosas, que me han hecho comprender el mundo desde una nueva perspectiva, valorando mucho más las pequeñas acciones cotidianas y el impacto que tendrán en las generaciones del futuro. 

Me he criado en el campo, ayudando a mis padres y abuelos a cortar el pasto en verano, a dar de comer a los animales de granja y a preparar madera para la estufa en invierno. 

Aún recuerdo las noches de Junio atrapando luciérnagas junto con mi hermana o acariciando los conejos recién nacidos, aunque estaba prohibido ya que la madre los puede rechazar si nota el olor humano en su pelo. 

Estas cosas se han perdido, ya no hay luciérnagas en verano y los niños ven los animales en los dibujos animados…

Es justo por estas razones que estoy aquí, para ayudar y acompañar a todas aquellas personas que quieran producir sus alimentos de una forma mas regenerativa y sana y piensan que hay otra forma de cultivar, pero no saben por dónde empezar.